¡Un día en el plato de un jugador de hockey!
By Sabbie Heesh
A raíz de la increíble nueva botella de bebida Ritual, parece el momento perfecto para compartir con vosotros mi día a día en la alimentación. La dieta de un jugador de hockey no es tan estricta como la de otros deportes, pero sí requiere planificación y educación sobre elecciones saludables para mejorar el rendimiento. Porque, como atletas, debemos ver la comida como el combustible para la competición.
Una de las formas de saber si vamos bien con la nutrición es mediante la medición de pliegues cutáneos. Esto mide el porcentaje de grasa corporal. ¡Así que puedes imaginarte que no es una prueba muy popular! Sin embargo, es una buena guía para ver si tu nutrición está funcionando y asegurarte de que estás en la mejor forma posible. Nos miden, de media, cada 6 semanas.
Aunque comer sano siempre suena más fácil de lo que es, nos enfrentamos a una serie de retos. Entre ellos, pero no solo, están los problemas de imagen corporal, estar de gira con comidas diferentes, tener buffet en cada comida, disponer de más tiempo libre que en otros trabajos (comer por aburrimiento) y hacer tanto ejercicio que te comerías la casa entera. Por supuesto, no ingerir suficiente energía también es perjudicial para el rendimiento, y probablemente es más común en el hockey femenino. Pero, teniendo en cuenta todos estos desafíos, tenemos la formación para saber qué nos dará la mejor oportunidad de rendir, y en los últimos años se ha hecho mucho hincapié en la proteína: batidos de proteínas, dieta paleo, snacks crudos...
Así que aquí tienes un ejemplo de lo que como en un día, y antes y después de hacer ejercicio:
Desayuno: 3 huevos revueltos con champiñones sobre una rebanada de pan integral
Tentempié: Palitos de zanahoria con hummus
Antes de entrenar: Medio bote de Redbull
Comida: ensalada de pollo o wrap (espinaca baby, tomate, feta, calabaza asada, remolacha)
Después del entrenamiento: Batido de proteínas
Cena: Salmón o filete con verduras al vapor o salteadas (batata, brócoli, espárragos, judías verdes)
Postre: Un puñado de frutos secos
Dicho esto, de vez en cuando me doy un capricho, pero la clave es tener todo con moderación.
Por Anna Flanagan